sábado, octubre 14, 2006

Recinto ferial. Muchas preguntas y pocas respuestas.

En un durísimo y argumentado artículo publicado en El Día de Cuenca, el anterior Gerente de urbanismo se cuestiona la viabilidad económica, urbanística e incluso jurídica del convenio para urbanizar las llamadas Huertas del Serranía o Huertas de la Alameda.

Cuando las preguntas no tienen adecuada respuesta, la preocupación crece y la falta de transparencia se convierte en norma. Y eso ha pasado con la contestación que no contesta nada a cargo del nuevo Gerente de urbanismo.

Unimos con frecuencia urbanismo y corrupción porque la realidad despiadada lo exige, pero es lógica la defensa de la asociación de empresarios en el caso que nos ocupa respecto a las empresas constructoras implicadas. Realmente una empresa es ante todo creación de empleo y valor, pero no tenemos los ciudadanos la culpa de que en el negocio urbanístico los casos de negocio meramente especulativo, cuando no vinculado a corrupciones políticas y administrativas, sean frecuentes.

Pero no se pone en cuestión la actuación de las empresas, se cuestiona la adecuada gestión y tutela de los intereses generales por parte de nuestro Ayuntamiento.

Toda una página en El Día de Cuenca, que con el título “Respuesta a Joaquín Esteban Cava” no responde nada, y que está repleta de frases vacuas como la siguiente:

“El convenio tiene por objeto esencial culminar adecuadamente el proceso urbanizador y edificatorio en esta zona de la ciudad, objetivo ya previsto anteriormente en el PGOU de 1996. La innovación está llamada a hacer posible lo deseable.”

A la pregunta de cuanto va a costar el recinto ferial la respuesta es que nada. Pero ¿como no va a costar nada una obra que cuesta más de 6 millones de euros? La pregunta era cuanto cuesta por encima de esta cifra en forma de oportunidad de negocio privado sin retorno público. Y la respuesta es que nada.

La pregunta era cuanto nos va a costar el recinto ferial a todos los conquenses en forma de oportunidades perdidas o ingresos dejados de percibir.

Ante la pregunta sobre la utilidad de una inversión de estas características, sobre la proporcionalidad en el recinto ferial entre inversión y retorno económico, ninguna respuesta.

Ante la pregunta sobre el exceso de edificación residencial y disminución de dotaciones públicas, ninguna respuesta. Ninguna más allá de frases rimbombantes y juegos florales.

Mas allá de latinajos como “ius variandi”, que no es más que el recordatorio, en latín eso sí, de que las potestades discrecionales de las Administraciones son muchas.

Ante la pregunta sobre la imposible aceptación de unos ingresos vinculados a un convenio, ni perfeccionado ni vigente, ninguna respuesta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Fué cesado y ahora busca venganza o me lo parece?

Anónimo dijo...

¿Fue cesado porque su honradez y su profesionalidad le impedían consentir y ser cómplice de tropelías como esta o me lo parece?

Anónimo dijo...

eso se denuncia ante la ley no ante la prensa, me parece...