miércoles, octubre 18, 2006

Ha sido en Cuenca. Lo ha dicho Bono.

Efectivamente lo ha dicho el expresidente José Bono en una conferencia pronunciada en Cuenca.

Cuando quien ha tenido 6 mayorías absolutas, más de 20 años de poder absoluto en esta región, cuando quien la ha gobernado con todo el poder en sus manos tiene que glosar lo que durante este periodo determinante en la historia reciente de España ha significado para Cuenca la autonomía regional.

Cuando se tiene que elegir una inversión emblemática entre todas las realizadas, un proyecto que haya significado un antes y un después, entones recurre Bono al Ave, una promesa de futuro, no una realidad.

Más de treinta años de autogobierno para conseguir que el trazado de una línea de alta velocidad pase por Cuenca porque Cuenca está entre Madrid y Valencia.

Mas de treinta años para que el único bien público estratégico obtenido por Cuenca en estos años de autonomía sea una infraestructura ¡del estado!, frente a la herencia que según Bono representaría la caduca y hasta peligrosa línea de ferrocarril convencional.

Pues eso Sr. Bono, que todos estos años a Cuenca no le han servido para nada, salvo para que nos estafen en este invento de Comunidad.

Conviene recordar que el Ave en su corredor mediterráneo no será realidad antes de 2014, conviene recordar que el Ave es una inversión de los presupuestos del estado no de los regionales, conviene recordar que el Ave por Cuenca es consecuencia de la movilización ciudadana que provocó el acuerdo de Murcia en el que se decidió el trazado definitivo.

No puede Bono siquiera presumir de Palacio de Congresos en Cuenca, una promesa suya de esos momentos incipientes de la autonomía, allá por los años ochenta. Esos momentos en los que quedaría frustrada la posibilidad de crecimiento y prosperidad para muchas generaciones de conquenses, todas las que caben, como mínimo en más de treinta años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

AVE POR CUENCA HISTORIA DE UN ACUERDO

Bono, desde que el Gobierno de Felipe González incluyó en el PDI (Plan Director de Infraestructuras del Estado 1992-2007) el AVE Madrid-Valencia por Alcázar de S. Juan y Albacete, a propuesta del entonces ministro de Obras Públicas y Urbanismo Josep Borrell, se volcó por ese corredor, aun a pesar de que sólo favorecía a dos poblaciones manchegas y excluyendo a Cuenca, que quedaba muy alejada del trazado.

Cuando el diputado nacional por la provincia de Cuenca, José Madero, en un impulso insólito de valentía, se atrevió a preguntarle en el Congreso sobre la posición del Gobierno de España sobre el trazado del AVE, y la no inclusión en el borrador del documento definitivo del PDI de la ciudad de Cuenca; éste, el ministro catalán que antes había sido secretario de Estado de Hacienda, le contestó que el Gobierno no estaba para realizar obras faraónicas entre cordilleras insalvables.

Sin embargo, Bono que era tan presidente de esta autonomía con Borrell como lo fue después en el momento de decidirse el trazado definitivo bajo el ministerio de Álvarez Cascos, no dijo "ni pio". Como pasaba por Albacete...

Bono mantuvo esa misma postura, es decir, el trazado del AVE por Alcázar de S. Juan y Albacete, hasta que el Martes Santo del año 1999 una comisión de la Plataforma Cívica por Cuenca, le presentó el trazado del AVE que antes había entregado a Ferreros y Cenzano sin que fueran capaces -seguramente por falta de fe-, de llevarlo más allá de las fronteras conquenses, y quedando aparcado en un cajón del Ayuntamiento de Cuenca.

Aquellos miembros de la Plataforma, en aquel Martes Santo pudieron convencer a Bono para que defendiera el trazado de Cuenca. Y no lo consiguieron por las bondades del mismo -ni por ser el trazado más lógico, ni por incluir a Cuenca, ni por ser el rectilíneo-, sino porque le demostraron con un mapa en la mano, que para nada iba a perjudicar los intereses de Albacete, como el decía. Si nos fijamos en las distancias entre Madrid y Albacete, por Alcázar o por Cuenca, la diferencia solamente son 17 km. según el estudio informativo oficial del Ministerio de Fomento, que en velocidades de trenes AVE, se convierten en unos escasos tres minutos, que en el cómputo total entre Madrid y Valencia, no sólo desaparecen, sino que éstos son mucho menores por Cuenca. En ese momento se le dijo que tenía la oportunidad histórica de ser el primer presidente de una autonomía que uniera por AVE todas las capitales de provincia, e incluso de llamar esa opción de trazado como AVE integral por ese mismo motivo. La trampa estaba, como ya sabía la propia Plataforma, en llamar ramal al directo Motilla-Valencia, porque con el tiempo dado la golosina que se le presentaba al empresariado valenciano, por primera vez, y la segura presión que ejercería, sería el primero en hacerse como auténtico AVE.

Bono cayó en la trampa aquel Martes Santo, y por primera vez se enfrentaría a una parte importante de la sociedad albaceteña por defender algo que a quien realmente beneficiaría sería a Cuenca.

A partir de ese momento, José Bono sería el señuelo para paralizar las intenciones del Gobierno minoritario de José Maria Aznar, que como todos los gobiernos que necesitaban del nacionalismo, se encontraba en manos de los intereses catalanistas, y con un Ministerio de Fomento que, administrado por Rafael Arias Salgado, estaba perfectamente en manos de CIU que lo comisionaba a través de hombres como Albert Villarta o Manuel Niño (eterno enemigo de Cuenca, tanto en la época de la Autovía pasando después por el AVE, e incluso ahora con la Estación) en ese momento en la secretaría de Estado de Fomento, y anteriormente Conseller de la Generalitat Catalana.

Se trataba, a partir de entonces, de usar a Bono como coartada, para hacer valer ante el empresariado alicantino coincidente hasta ese momento con la opción del Gobierno -en una reunión de la Plataforma en la sede de COEPA, en la que se encontraba el entonces presidente del empresariado Joaquín Rocamora, y el director general de ENDESA (Observador Mediterráneo), Rafael Miranda y Rafael Ferrando, de la Cierval- aquello de AVE que no para no pasa y que empezó a decir Bono por todas partes y, de paso, impulsar en la sociedad valenciana un movimiento reivindicativo con pocos precedentes, estimulando y convenciendo no solamente al empresariado, que como sucedió con la Autovía, se conformaban con disponer del AVE, aunque fuera el peor de los posibles, sino también creando y fortaleciendo la opinión favorable hacia el trazado de Cuenca, en otros sectores influyentes, como profesionales de amplio reconocimiento en la ingeniería, la arquitectura y, en general, la cultura y las ciencias.

Se habló con Gómez Perreta -padre e hijo-, los cuales formaron el conocido por ese motivo "foro cívico de valencia”; con Federico Félix y la asociación de empresarios "AVE", con el presidente de la Cámara de Comercio valenciana, Arturo Virosque; el director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia, Gregorio Martín; etc. Los cuales empiezan a realizar actos y conferencias, e incluso elaboran importantísimos documentos en los que defienden con fuerza el AVE directo por Cuenca.

Por otra parte y para complicarle más la cuestión al ministerio de Arias Salgado, que llevado de la mano de Albert Villarta y el interés nacionalismo, pretendía decidir el trazado por Alcázar y Albacete para lo que sería un falso AVE en forma de Alaris reestructurado y modernizado por un viario mejorado, se mantuvo una reunión con el presidente de la Cámara de Comercio de Castellón, que tras conocer el trazado que se le presentó, claramente se dio cuenta de que era su opción a partir de ese momento. Hasta entonces se decantaba por defender el corredor mediterráneo, sin más, y a Madrid por Valencia porque lo de Cuenca lo creía inviable.

También, la Plataforma mantuvo reuniones en Madrid, de la que se destaca la llevada a cabo con el Presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Juan Luis Mato, que tras convencerse se erigió en claro defensor del trazado por Cuenca, incluso llegando a tratarlo por teléfono "in situ" con el propio ministro.

Así las cosas, y como lo que interesaba era frenar las intenciones de Arias Salgado y CIU hasta esperar tiempos electorales mejores, en que el Gobierno se liberara del nacionalismo, se inició una campaña de "spot publicitarios" en las emisoras de radio y prensa más importantes de las comunidades de Madrid y Valencia.

En noviembre del 99 se produce la cumbre ministro Arias Salgado, y los presidentes de las cuatro autonomías Madrid, Valencia, Castilla la Mancha y Murcia. Pero en ese momento, la Plataforma ya había conseguido su primer gran objetivo. Bono logra que el trazado por Cuenca se incluya en el Estudio Informativo que saldría a Exposición Publica en el BOE del 16 de diciembre del 99.

Se había dado el primer gran paso. Ahora sólo quedaba movilizar a los conquenses para afrontar el periodo de alegaciones.

Por ese motivo, se prepararon quince alegaciones al Estudio Informativo, que fueron rubricadas por más de 15 mil conquenses residentes en nuestra ciudad; y muchos otros que lo hacen en Madrid, Alicante, Valencia y Barcelona. En total el Ministerio de Fomento recibió más de 66 mil alegaciones, que pararon por completo un proceso que nos conducía de forma irremediable, tan solo unos meses atrás, a repetir la historia de la Autovía y a una decisión que hubiera dejado de nuevo a Cuenca fuera de cualquier posibilidad de desarrollo.

Tras las elecciones de 2000, Aznar consiguió la mayoría en el Congreso y la libertad para decidir con justicia y con razón.

En junio del año 2000, pocos meses después de renovar el cargo como presidente del Gobierno y relevado del puesto Rafael Arias Salgado; ya con el Ministerio de Fomento en manos del ingeniero de caminos Francisco Álvarez Cascos, se produce un acontecimiento en el Congreso que define de forma absoluta la decisión, que unos meses después iba a cambiar el destino de los conquenses hacia un nuevo rumbo de esperanza. Álvarez Cascos anuncia ante la Comisión de Infraestructuras del Congreso de los Diputados la nueva postura del Gobierno con respecto al trazado del AVE Madrid-Levante. El Ministerio de Fomento presentaba el trazado A modificado, que era el AVE por Cuenca. "Nunca en la historia de la Administración Española había existido un proceso administrativo como en la defensa del AVE por Cuenca, en el que los ciudadanos habían presentado decenas de miles de alegaciones", reconoció el propio Ministro en su comparecencia ante los Diputados.

El 8 de enero del año 2001, reunidos en Murcia el Ministro y los cuatro presidentes autonómicos, acuerdan el trazado presentado por el Gobierno. Cuenca definitivamente conseguía el AVE por el que tanto se había luchado.


José Luis Collada Castreño

Anónimo dijo...

Enhorabuena, amigo Jose Luis. Por mis cojones que veremos el AVE por Cuenca...o por Arcas aunque sea.