miércoles, mayo 16, 2007

Menos mítines y más voces independientes

Antonio Ruiz de Elvira, catedrático de física de la Universidad de Alcalá de Henares, quien fuera presidente de la ONG Amigos de la Tierra, impartió ayer por la tarde una interesantísima conferencia, ante un escaso auditorio que se dio cita en el centro de turistas.

El mínimo eco que tuvo la convocatoria en los medios de comunicación, con la visita de uno de los mayores expertos españoles en el cambio climático, pone a cada uno en su lugar, en cuanto al rigor y la calidad periodística del trabajo que dichos medios hacen en Cuenca.

Lo que los ciudadanos necesitamos es verdadera información independiente. Resulta el colmo del absurdo que, quienes nada han tenido que decirnos en muchos años, quienes nos han dejado huérfanos de informaciones trascendentales para el presente y futuro de Cuenca, quienes nos han robado cualquier posibilidad de debate, ahora pretendan darse baños de multitudes en mítines vacíos, banales. Palabrería hueca y nada de información veraz.

La última prueba de que quienes nos han gobernado en Cuenca no quieren debatir es su falta de asistencia al debate de la SER del día de ayer sobre el tráfico, que tuvo lugar precisamente a la misma hora que la charla de Ruiz de Elvira. Como tampoco asistió al citado debate, porque tampoco quiere debatir, el primer grupo de la ¿oposición? Desde luego, un hombre como Ruiz de Elvira tiene muchas más cosas interesantes con respecto al tráfico y la movilidad urbana que Cenzano y Pulido juntos.

Ni punto de comparación. Escuchar durante una hora a Ruiz de Elvira permite abrir los ojos a los grandes retos por la sostenibilidad del planeta –y, por ende, de nuestras ciudades-, conocer la envergadura del problema y sus posibles soluciones. Todo ello apoyado por contundentes datos científicos. Nada que ver con la prosa barata de un político aspirante a poeta.

Desde CDL seguiremos generando espacios de encuentro con expertos, de forma permanente, porque son foros que hacen auténtica ciudadanía. Los ciudadanos y ciudadanas con información tenemos más oportunidades de participar en los asuntos de la vida política que nos conciernen.

El cambio climático, hace tiempo que está aquí

Ya casi nadie se atreve a negarlo. Si a caso, un insignificante grupúsculo de pseudocientíficos pagados por la industria del petróleo. Pero están perfectamente indentificados: se trata de “la conjura de los sucios” ( www.exxonsecrets.org )

El tiempo se ha vuelto loco, decimos, ¡y se volverá aún mucho más! Se alternan en nuestro país periodos mucho más largos de sequías, con lluvias torrenciales como las más recientes de Navarra.

En los últimos 50 años, como media, se han prolongado en 17 los días contiguos sin lluvias. Como también han aumentado, en este breve transcurso de tiempo, las temperaturas medias (mínimas y máximas, tanto en invierno como en verano), más de un grado. La subida media de 1,45º de las máximas invernales (¡en tan solo 50 años!) es suficiente para que nos estemos quedando sin glaciares en los Pirineos y, en general, sin nieve en la mayoría de nuestras montañas.

La ola de calor que barrió Europa en el verano del 2003 y que provocó en nuestro país vecino, Francia, 18.000 muertos, no produjo en España 18 muertos –como se dijo oficialmente-, sino otros tantos 18.000.

Mientras todo eso nos está pasando, se impone la moda de los todo-terreno ¡en nuestras ciudades! (muchos no han pisado ni una sola vez el campo). Siendo el coche un medio de transporte bastante ineficiente, desde el punto de vista energético, un todo-terreno es tres veces más ineficiente que cualquier otro coche: requiere el triple de energía y emite el triple de CO2.

Sólo hay que imaginar el despilfarro de energía necesaria para mover 3.000 kilos de coche, cuando lo que realmente queremos mover es un cuerpo de 75 kilos.

Podemos aplicar una sencilla operación para calcular el CO2 que emite nuestro coche: multiplicamos los litros de gasolina por 0.8 (nos da un resultado en kilos) y lo multiplicamos nuevamente por tres para saber el total de kilos de CO2.

Así, un depósito con 50 litros de gasolina, supone la emisión de 120 kg de CO2. (50 x 0.8 = 40 kg x 3 = 120 kg).

En una semana, nuestro parque automovilístico, de 10 millones de vehículos, con el citado consumo, emite a la atmósfera 1.200.000 de kilos de CO2.

Los problemas de nuestras ciudades... y sus soluciones

Ruiz de Elvira destacó el enorme gasto energético de los edificios y del transporte como dos de los problemas principales. Apuntó que si, para todo ingeniero industrial la eficiencia energética era la prioridad en cualquier proyecto, no ha venido siendo así para el colectivo de los arquitectos y urbanistas, quienes no se han preocupado de la eficiencia energética.

Además, de Elvira diagnostica un fallo en el sistema humano en comunicación y en nuestra percepción de lo que es calidad de vida.

Las soluciones están a nuestro alcance. Pero ha de producirse una nueva economía basada en las energías renovables, y fundamentalmente en la solar.

Elvira nos recuerda que si ponemos en nuestro tejado placas solares, con una superficie de 10 x 10 metros (es decir, 100 m2) se pueden producir 10 kilowatios, suficiente para todos los requerimientos energéticos de una vivienda.

Un 5% de la superficie terrestre del planeta dedicada a la producción de energía solar cubriría las necesidades energéticas de 10.000 millones de personas, es decir, más que la población mundial actual.

Por fin, el Código Técnico de la Edificación, aprobado a comienzos de este año, hará obligatoria la energía solar térmica (para el agua caliente, o para climatización), a partir del próximo mes de octubre, en los edificios de nueva construcción. No descubrimos nada, porque es algo que, por ejemplo, en Grecia, ya se hace desde hace veinte años.

En cuanto a la energía solar fotovoltaica, si bien aún es cara, Ruiz de Elvira piensa que depende solamente de su producción industrial el abaratamiento de costes; a mayor demanda, menor precio... Los “chip” con obleas de silicio es una tecnología cara, por ser avanzada, pero la materia prima está por todas partes: el silicio está en la arena. Miles de puestos de trabajo con alta cualificación se crearán en empresas para la fabricación de paneles solares. La cada vez mayor oferta, más la cada vez mayor demanda, ajustarán los precios. Lo mismo que ocurrirá con los coches de hidrógeno.

Esta economía solar nos hará autosuficientes, independientes de los actuales productores de energía –de ahí su boicot... Más que eso, nos convertimos en productores de energía que podemos vender a la red –por ley, ya están obligados a comprárnosla.

Con las horas de sol que disponemos, España debería ser un gran exportador de energía solar.

Reinventar un nuevo urbanismo: interconectado y con una visión de eficiencia global

La ciudad que tenemos que reinventar debe tener los comercios próximos, el ocio repartido, los colegios cercanos, abundantes parques... Debe ser una ciudad amable y habitable.

De Elvira nos pone el ejemplo del diseño de sistemas de transporte: las famosas M-30, M-40, M-50... y suma y sigue, están obsoletas. En lugar de un sistema de anillos para rodear la ciudad, con muy pocas entradas –siempre colapsadas- hay que organizar verdaderas redes, a semejanza del sistema arterial de nuestro cuerpo, que casi nunca se colapsa (y, cuando lo hace, encuentra fácil solución). Los sistemas capilares son en red, como redes son hoy las “autopistas” de la información.

Establecer este tipo de redes viales nos permitirá integrar fácilmente redes globales de carriles bici por toda la ciudad, interconectados y, eso sí, segregados del coche para garantizar su seguridad.

Del transporte público nos dice Elvira que “debería ser como para ricos”. Porque, por sus condiciones, parece haber sido inventado solo para las clases sociales más humildes.

Para pensar un buen transporte público, éste debe de ser rápido, puntual, cómodo y eficiente... es decir, todo lo contrario que ahora en Cuenca.

Quienes hemos tenido ocasión de viajar –o pasar largas estancias- en un país como Alemania, sabemos que ello es perfectamente posible y que no hay nada que inventar; tan solo copiar.

Elvira sugiere una visión de eficiencia global del transporte público, y no línea por línea, ni autobús por autobús... Resulta absurdo un autobús que tenga que recorrer gran parte de la ciudad, dando mil vueltas, tan sólo por conseguir viajeros, alargando de manera insufrible los trayectos y su duración. Si pensamos en los flujos de los desplazamientos, en la “interconectividad”, la reducción del tiempo, la puntualidad y la comodidad conseguirán, de por sí, más usuarios en su conjunto, aunque haya que poner más autobuses y líneas. Así, la rentabilidad social será global.

Todos los cambios que necesitamos son perfectamente posibles. Tan sólo nuestra propia inercia, la comodidad de que nos lo den todo hecho, sumado a la probada incapacidad de quienes nos gobiernan, los impiden. Lo que menos necesita Cuenca, ahora, es seguir como hasta ahora.

Arrimando todos el hombro, con políticos con nuevas ideas y ganas de trabajar, abiertos a la ciudadanía, los conquenses podemos reinventar la ciudad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto es lo último!!! que un político de pacotilla que se pelea por el poder con los de su propio partido cuestione el trabajo que hacen los periodistas de Cuenca.

Pero que sabrás tú de la profesión??? Acaso en las ruedas de prensa te decimos que te inventas los datos o los das como mejor te vienen... lo que hay que oir

Anónimo dijo...

Por favor periodista, contesta dos preguntas: ¿que te parece que en un periódico de esta ciudad la referencia al grupo de Melero durante los pasados cuatro años haya sido "grupo mixto" en vez de ixc? (porque digo yo que para ser mixto debe haber al menos dos partidos diferentes). ¿Que te parece que en determinados medios de esta ciudad se informe sobre la campaña electoral de psoe, pp, iu, ixc (el bastardo) y no de los demás?
Se me olvidaba otra: ¿dudas del derecho de cualquier persona a presentarse a unas elecciones? Si la respuesta es no, ¿que es eso tan despectivo de politico de pacotilla?. Porque reconoceras que si hay políticos de pacotilla, ¿por que no va a haber periodistas de pacotilla?

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, y como vulgarmente se dice, de muestra un botón, lea el dia para darse cuenta de su calidad periodística y la manipulación de su jefe.

Anónimo dijo...

La censura de El Día de Cuenca a Antonio Melero en toda esta legislatura produce indignación a cualquier persona que ame la libertad, ante todas las cosas.

Propongo a Antonio Melero que, si los ciudadanos le otorgan su confianza, prumueva un periódico local municipal -que podría llamarse "Cuenca al Día"- GRATUITO. Seguro que sería más veraz, serio e independiente que la bazofia de El Día. Muchos conquenses se ahorrarían diariamente un eurito (yo, desde luego, no tiro el dinero en esa castaña de periódico, pero los dueños de bares y otros locales públicos, casi no tienen remedio).

Ahí queda la propuesta: un periódico local, decente y gratuito, y que con su pan se coman los de El Día su tirada.