Ni estamos al nivel medio europeo, ni estamos al nivel medio español, ni estamos al nivel medio de una de las regiones menos desarrolladas como es Castilla La Mancha.
Cuando se ostenta una determinada cuota de poder, ante las injusticias, siempre quedan dos caminos, denunciarlas y poner ese poder en riesgo, o por el contrario, y es muy humano, callar y hacernos cómplices de ellas.
A diferencia del lenguaje político que admite, no ya dobles, triples versiones, a diferencia de las gastadas categorías políticas tan al uso en Cuenca. Del tipo somos la joya de la corona del turismo, somos un oasis de arte y cultura, el futuro está por venir y será esplendoroso, celebremos el X aniversario de la declaración de Cuenca ciudad Patrimonio que nos empujó con paso firme a una etapa de prosperidad nunca conocida.
A diferencia de toda esta manipulación de la realidad, el lenguaje del mercado, el lenguaje del dinero, que cuando se expresa lo hace con una claridad meridiana, el lenguaje económico situa a Cuenca en el lugar que por desgracia ostenta.
El Corte Ingles no ha entendido esto de que el futuro en Cuenca esta a la vuelta de la esquina. El Corte Ingles tiene un reloj distinto al nuestro porque en el nuestro siempre es la hora de Cuenca.
El Corte Ingles va a crear en Castilla La Mancha 1.600 puestos de trabajo. NINGUNO EN CUENCA.
Debemos reconocer la realidad de Cuenca, no para ajustar cuentas con el pasado, que eso queda para los libros de historia, debemos conocerla porque en caso contrario mal solución daremos a un problema que ocultamos y no reconocemos.
2 comentarios:
Cuando te engañan una vez, es culpa del que te engaña. Cuando te engañan varias veces (o durante un tiempo) la culpa es tuya.
Ya es hora de que los ciudadanos (no sólo en Cuenca, pero particularmente aquí) asumamos nuestra responsabilidad por la forma en que nos tragamos las trolas que nos cuentan.
El mentiroso no sabe hacer otra cosa que mentir. El inepto y el inútil no tiene otro remedio que mentir si quiere conseguir algo (que le voten, por ejemplo). Pero somos nosotros los que debemos responder adecuadamente a las mentiras en lugar de quejarnos porque los perros ladran, los gatos maúllan y los ineptos mienten.
El Corte Inglés no construye ningún establecimiento en Cuenca por los mismos motivos por los que no lo construye en Albania.
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