Independientes por Cuenca empezó su primera legislatura municipal apelando a la responsabilidad histórica que a Cuenca incumbía en superar un fracaso repetido y en intentar ganar un futuro mejor para nuestros hijos, un futuro de prosperidad y empleo. Y hemos asistido a otros cuatro años perdidos, perdidos en cuestiones menores, perdidos en la eterna dialéctica entre partido socialista y partido popular al endosarse mutuamente la responsabilidad del fracaso de Cuenca.
En pleno siglo XXI una España desarrollada converge decididamente hacia los niveles de prosperidad de la Unión Europea, uno de los territorios más avanzados del planeta. Y es así que en la última ampliación europea se han incorporado países con cifras de prosperidad y desarrollo superiores a los de Cuenca.
Mientras España y Castilla La Mancha avanzaban, Cuenca acumulaba promesas incumplidas, oportunidades estratégicas perdidas, una parte importante del Plan Cuenca se limita a exigir que se cumplan esas promesas de una vez por todas.
Otras provincias como Teruel, Soria, León, Málaga o Jaén llevan años gestionando Planes específicos de desarrollo. ¿Porque motivo si Cuenca forma parte del furgón de cola de las provincias españolas no tiene derecho a un plan de desarrollo conformado por un panel de inversiones estratégicas?
Cuenca se encuentra geográficamente bien situada en un eje de prosperidad como es el corredor Madrid-Valencia, por lo que podemos entender que, la ausencia de las inversiones y las infraestructuras necesarias han sido los verdaderos causantes de la falta de desarrollo y la despoblación de esta tierra.
El sentido común, el sentido de la justicia social, la exigencia de un desarrollo sostenible, la necesidad de un desarrollo territorial equilibrado recogida, entre otras, en la legislación comunitaria, obligan a los poderes públicos a realizar acciones de inversión y discriminación positiva a favor de Cuenca.
Esta es la apuesta estratégica de Independientes por Cuenca: Cuenca y su provincia deben apoyarse mutuamente para superar el desafío del desarrollo, el empleo y la prosperidad. La provincia necesita de un núcleo de población dimensionado de forma suficiente como para impedir la desintegración de facto a favor de otros focos de desarrollo económico. Cuenca necesita también a su provincia para detener un proceso que empuja a la ciudad al estatus de insustancialidad social y económica.
El Plan Cuenca exige nuevas inversiones, exige proyectos, exige visión de futuro, exige aprovechar las fortalezas de Cuenca, pero exige también cumplir plazos de inversiones e infraestructuras ya comprometidas porque en Cuenca nunca se cumplen ni los plazos ni las promesas.
Ejecutiva Provincial de IXC
9 de enero de 2007
martes, enero 09, 2007
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