Lo hemos leído en Terra sobre la nacional 400 entre Toledo y Cuenca como un inmenso “punto negro”.

Esta es la comunicación de Cuenca con la capital, es un decir, de su región. Las eternas obras de la autovía Cuenca-Tarancón no son un punto negro, son un suicidio, especialmente si es de noche y pasamos alguna de las múltiples rotondas de desvío por obras.

“Aunque la Nacional 400 Toledo-Cuenca, en el tramo entre la N-IV y Toledo es toda ella un punto negro, existen 4 puntos que dudo mucho se puedan reflejar en paises civilizados.

1º Entre los kilómeros 25 y 26 - Cruce en cambio de rasante con entradas y salidas en todos los sentidos, con las carreteras que van a Añover de Tajo y Yepes, con el agravante de que son muchos los camiones procedentes de cerámicas y canteras que hacen salidas a muy baja velocidad, demencial en el siglo XXI.

2º Muy cerca del anterior Kilómetro 25 hay una gasolinera, una entrada con dirección a Villasequilla, en sentido Toledo, hay que parar en medio de la calzada y atraversarla, a pocos metros en plena curva esta permitido girar a Izda. para entrar en BAR.

3º Kilometro 14, rotonda con carril de aceleración interior y 6 salidas, patético.

4º De reciente construcción, my cerca de Toledo en la entrada del Polígono de la misma N.400, hace pocos años han construído un Hipodromo.Picadero entre dos curvas, la salida del mismo en angulo recto sin carril de aceleración, hasta hace poco se podia atravesar la carretera para entrar a izquierda, ya han tenido ha bien señalizarlo y prohibir el giro, aunque se sigue haciendo.

EN EL TRAMO DESCRITO HAY VARIAS ENTRADAS Y SALIDAS DE CAMIONES DE CANTERAS, EN ANGULO RECTO A LA CARRETERA Y QUE GIRAN EN AMBOS SENTIDOS Y ES FACIL ENCONTRARSE CON PERROS SUELTOS PROCEDENTES DE CASERIOS LIMITROFES.

Espero que alguien modifique el código de circulación exigiendo responsabilidades y sanciones para nuestras autoridades por mantener una red viaría tan mala.

Eso si ya tenemos AVE en Toledo y esta a punto de llegar a Cuenca”