Se han paralizado las obras de acondicionamiento de rutas y senderos necesarios para la puesta en funcionamiento del Parque Natural de la Serranía de Cuenca por presuntas actuaciones poco respetuosas con el medio ambiente.
Si algo se tiene que modificar en el proyecto que se haga cuanto antes, pero bajo ningún concepto ni un minuto de retraso en una inversión imprescindible para una parte de la provincia en trámite de despoblación y abandono.
El tema es bien sencillo, son muchos y muy frecuentados los parques nacionales y parques naturales en nuestro país. Se trata de hacer las cosas igual que se han hecho ya en otros proyectos similares y se trata de suponer que las organizaciones ecologistas se muestran igualmente exigentes aquí que en cualquier otro punto de nuestra geografía.
Lo que si es sorprendente es que no hayan sufrido la misma suerte las obras del chalet, complejo residencial más bien, del Presidente de Coca-Cola en un espacio protegido, Rodenales del Cabriel, en el término municipal de Pajaroncillo.
Las explicaciones de las autoridades regionales al respecto han sido nulas, y la de Marcos de Guindos, de perogrullo, “todo está en orden”.
Suena a otra época esta imagen de laxitud y tolerancia con los intereses privados de los poderosos.
Debemos evitar la alteración innecesaria del medio natural aunque el fin ultimo sea el bien común, seguramente mal entendido; pero es inaceptable la ilegítima puesta a disposición del disfrute privado del bien común que es, o debería ser, la naturaleza.
Si algo se tiene que modificar en el proyecto que se haga cuanto antes, pero bajo ningún concepto ni un minuto de retraso en una inversión imprescindible para una parte de la provincia en trámite de despoblación y abandono.
El tema es bien sencillo, son muchos y muy frecuentados los parques nacionales y parques naturales en nuestro país. Se trata de hacer las cosas igual que se han hecho ya en otros proyectos similares y se trata de suponer que las organizaciones ecologistas se muestran igualmente exigentes aquí que en cualquier otro punto de nuestra geografía.
Lo que si es sorprendente es que no hayan sufrido la misma suerte las obras del chalet, complejo residencial más bien, del Presidente de Coca-Cola en un espacio protegido, Rodenales del Cabriel, en el término municipal de Pajaroncillo.
Las explicaciones de las autoridades regionales al respecto han sido nulas, y la de Marcos de Guindos, de perogrullo, “todo está en orden”.
Suena a otra época esta imagen de laxitud y tolerancia con los intereses privados de los poderosos.
Debemos evitar la alteración innecesaria del medio natural aunque el fin ultimo sea el bien común, seguramente mal entendido; pero es inaceptable la ilegítima puesta a disposición del disfrute privado del bien común que es, o debería ser, la naturaleza.
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