viernes, abril 27, 2007

El que entre en una viña sin el permiso de su dueño.

Si alguien entra en una viña sin permiso de su dueño o del guarda, desde primeros de enero hasta que las viñas estén vendimiadas, pague cinco sueldos, aunque no coja nada de ella. Si coge uvas o algún otro fruto, de día, pague diez maravedís; si es de noche, pague veinte maravedís, si se le prueba: pero si no, sálvese con seis vecinos por el daño causado de día; por el causado de noche, como en el caso del hurto.


FUERO DE CUENCA

Y para el que respete a la viña y al dueño, que vea este vídeo


2 comentarios:

Anónimo dijo...

A quien se le ocurre entrar en su casa cuando otro la ocupa.

Anónimo dijo...

Y más cuando la ocupan varios