Censura. ¿Que censura?

Malos tiempos para la libertad de expresión. ¿En que momento los medios de comunicación olvidaron su sagrada misión?

Nos parece normal, y ese es el verdadero problema, que los propietarios de los medios de comunicación, escrita y audiovisual, hagan y deshagan a su antojo, que decidan a su criterio, muchas veces espureo, que es lo que se dice y que es lo que se calla.

Las técnicas son muchas, unas mas toscas, otras más depuradas. Desde poner una noticia en una breve columna en una página que nadie lee hasta trucar las fotos por medios digitales.

Los periódicos se han convertido en meras gacetas de partido, cada uno del suyo. Se han convertido los medios en privilegiado instrumentos del poder económico.

Con un cambio de gobierno, lo hemos visto en Cuenca, pero no es una excepción, cambian los empresarios beneficiados por la decisión política y cambian los medios de comunicación de “cámara”, los que son beneficiados por el poder y los que a cambio se convierten en fieles voceros del mismo.

¿Donde queda la libertad de información que es la piedra angular de la libertad individual y colectiva?

Pero lo que ha pasado en Cuenca es con todo excesivo.

Cada vez que lean, escuchen o vean una noticia relacionada con el Concejal Bobillo recuerden los conquenses las veces que el Concejal Melero fue silenciado.

Y la situación es plenamente equiparable. Si cabe, y por los votos, tenía Melero más representación que Bobillo. Pero lo importante es que ambos representaban, en la anterior legislatura y en la actual, al tercer partido con representación en el Consistorio conquense.

En sus cuatro años de legislatura Melero presentó 50 mociones en el Pleno, casi 100 iniciativas de ámbito municipal, regional e incluso nacional. Más de 200 ruedas de prensa, notas y comunicados.

¿Porque fue Melero sistemáticamente silenciado? Cuando los conquenses respondan a esta pregunta quizás comprendan porque Cuenca hace tiempo que perdió su futuro y porque no lo va a recuperar.