jueves, marzo 26, 2009

El lazo blanco


La noticia era de una edición de prensa digital: “Nueva matanza impune…de focas”. Y seguía: “son de pocas semanas de vida, todavía incapaces de nadar…El gobierno canadiense ha dicho que sus estudios avalan que las focas no sufren…Diferentes organismos internacionales piden a los legisladores europeos que prohíban la entrada en la UE de pieles de foca canadiense”. Junto al cadáver de la foquita despellejada una foto de la risueña ministra Aído anunciando su proyecto de ley de plazos. Bibiana lo tiene claro: “si puede parir que pueda abortar”.

El aborto es una tragedia humana. También es una contradicción moral que cada sociedad intenta resolver por la ley del mal menor y de los derechos de la madre a decidir y de la sociedad que legisla la solución más acorde con las ideas del gobierno de turno. Con respecto al aborto no hay que olvidar el concepto de responsabilidad. Se nos intenta convencer que es la falta de información sexual la causa principal de los embarazos no deseados. Esto es sencillamente falso o se da en un bajísimo porcentaje de casos. La campaña de los raperos de promoción del condón nos da una idea de cómo se elimina del mensaje la responsabilidad: todo es colegueo y buen rollito. Y así pasa lo que pasa.

En el proyecto de ley de plazos se retrasa la edad para considerar al feto un ser humano hasta la 14ª semana y se permite el aborto hasta la 22ª semana si se detectan malformaciones. Uno de estos supuestos son las cardiopatías congénitas como, por ejemplo, una comunicación interauricular y otras muchas patologías cardiacas detectables intra útero que se pueden intervenir permitiendo al paciente llevar una vida normal. Ayer hice un listado de los neonatos a los que he diagnosticado de una cardiopatía en los últimos 10 años. Prácticamente todos están operados y saludables. Si sus madres lo hubieran sabido ¿qué habrían decidido?

Destruir el problema no es solucionarlo. La libertad reproductora no está en que la madre pueda elegir terminar con el hijo no nacido, sino que pueda tenerlo sin agobios económicos (debe haber ayudas), afectivos (facilitar la adopción) o sociales (evitar la discriminación).

No. No voy a llevar el lazo blanco esta Semana Santa porque ese no es el momento de manifestar mi opinión. Pero aquí sí.

Y así lo hago.

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