jueves, diciembre 28, 2006

Cittá Slow : una antigua manera de entender la VIDA



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El movimiento de las Città Slow trata de crear junto a la de la trama de Slowfood (comida lenta, comida natural) una fuerza de resistencia contra el desarrollo sin factor humano. Estas localidades se conjuran en defensa de los alimentos naturales, del campo, el aire, las energías limpias y la sostenibilidad.

Abrazan la idea de la vida sosegada, sin tensiones ni apuros superfluos. Defienden la vecindad y el trato humano, los productos alimentarios como un bien superior y la cocina como un patrimonio cultural de la Humanidad.

La Cittá Slow es un sello de calidad turística que se otorga a aquellas localidades que cuenten con una gastronomía autóctona, ecológica y de calidad, con productos artesanales y lugares tradicionales de comida como tascas, heladerías o cafés.

Pero hay mas requisitos si se quiere tener este sello de calidad, los centros urbanos de las ciudades deben estar cerrados al tráfico y apostar por una arquitectura medioambiental que reconstruya espacios históricos y priorice las zonas verdes y parques.

Las Città Slow suscriben una serie de compromisos cuyo cumplimiento es verificado periódicamente y de manera homogénea en todas las ciudades adheridas en cualquier país de todos los continentes.

Ellas deciden juntas el seguir experiencias comunes a partir de un código compartido de comportamientos concretos y verificables, ampliando la atención a la buena mesa, a la calidad de la acogida y de los servicios del tejido urbano.

Uno de los requisitos indispensables es tener menos de 55.000 habitantes. Además, las aspirantes deben hacer una apuesta fuerte por el pequeño comercio, la agricultura sostenible y las tradiciones locales.

Deben contar con un sistema eficiente de depuración de aguas y una recogida diferenciada de basura. Pero lo más difícil, y es condición indispensable para plantar la bandera de Città Slow, es poner freno a la desmedida ambición urbanística que campa en todas partes


Hoy Città Slow forma una red de más de 100 municipios de todo el mundo basándose principalmente en unos estatutos que defienden la tranquilidad y la sostenibilidad como base de convivencia y de futuro.


Porque es un modelo global, agradable para todos, neutral e imparcial, al margen de posicionamientos políticos, que aseguran estándares de calidad de vida para el ciudadano presente y futuro. Se trata de un modelo económico sostenible y de progreso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Algún día los vecinos de "la calle" DR. GALÍNDEZ vamos a quemar los contenedores de basura con gasolina en la entrada de Calderón de la Barca y en la de la calle del Agua, y vamos a declararla como la calle más guarra de Europa. Ya ni limpian por las mañanas el estercolero que se forma por las noches. Un día de estos te vamos a quemar con cokteles molotov el balcón de tu puta subdelegación del gobierno, subdelegado de mierda.

Anónimo dijo...

Eso mismo pero en el ayuntamiento, que es el responsable de la limpieza. Mucha carroza, mucha gilipollez navideña y La Calle ejemplo de estercolero urbano, dentro de la propia ciudad patrimonio de los políticos mediocres.

Anónimo dijo...

Los partidos mayoritarios en España sólo se guían por consignas estratégicas elaboradas en Madrid. Todo lo que se les diga por parte de los ciudadanos sobre problemas locales, por un oído les entra y por otro les sale. Los bares de La Calle dan dinero al ayuntamiento y no se cerrarán nunca.
Mala suerte, vecinos de La Calle. Lo tenéis jodido.